A falta de poco más de un año
para las elecciones presidenciales de 2012, la batalla parece, como casi
siempre, reservada a republicanos y demócratas, pero a la vista del
descontento popular, algunos creen que contemplar la entrada de un
tercero no es algo descabellado.
Además, en anteriores contiendas electorales disputadas en momentos de dificultad económica, surgieron terceros candidatos populares, como han recordado en un artículo en el diario Wall Street Journal, los encuestadores Patrick Caddel y Douglas Schoen, asesores respectivamente de los expresidentes Jimmy Carter y Bill Clinton.
Y en aquellas ocasiones (1980 y 1992), agregan, las condiciones eran menos graves que las actuales.
"Estados Unidos se enfrenta a un momento prerrevolucionario y hay un gran apoyo para un cambio fundamental en el sistema", escribieron en su artículo.
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Si como creen estos expertos, entra en juego un tercer aspirante con popularidad, sus posibilidades de victoria parecen remotas, pero eso no debería llevar a minusvalorar el impacto que podría tener.
En el pasado, los terceros en discordia arañaron votos decisivos al candidato con el que guardaban mayor parecido político.
LOS TERCEROS MÁS DESTACADOS
Elecciones presidenciales de 1980
Ronald Reagan (republicano) 50,7% de los votos.
James Carter (demócrata) 41%.
John Anderson (independiente) 6,61%.
Edward Clark (libertario) 1%.
1992
Bill Clinton (demócrata) 43%.
George Bush (republicano) 37,4%.
Ross Perot (independiente) 18,9%.
1996
Bill Clinton (demócrata) 49,2%.
Robert Dole (republicano) 40,7%.
Ross Perot (reformista) 8,4%.
2000
George W. Bush (republicano) 47,8%.
Al Gore (demócrata) 48,3%.
Ralph Nader (verde) 2,7%.
Por el contrario, en 1992 pudieron ser los republicanos los desfavorecidos por la candidatura del multimillonario Ross Perot por el Partido de la Reforma, que consiguió el 19% de los sufragios en las elecciones ganadas por el demócrata Bill Clinton.
De todos modos, otros expertos no están de acuerdo con que la frustración popular se traducirá en votos para un tercero.
A la hora de la verdad los descontentos suelen apoyar a los dos grandes partidos para evitar que gane el candidato menos deseado, según Scott Rasmussen, presidente del instituto de sondeos Rasmussen Reports.
"Si las encuestas no arrojan un ganador claro cuando falten pocas semanas para la votación, esos votantes optarán por entregar su voto a demócratas o republicanos", le dice Rasmussen a BBC Mundo.
Algunos politólogos añaden que el sistema político estadounidense tiene levantadas unas barreras casi infranqueables para un candidato alternativo.
La mayor de ellas es su sistema electoral, de tipo mayoritario, por el que los votos a los perdedores no tienen ningún valor.
Pero además, algunos desconfían de la posibilidad de que los indignados se agrupen en torno a un líder. En la derecha, los simpatizantes del movimiento Tea Party podrían apoyar masivamente al candidato republicano.
Mientras que el movimiento de indignados "Occupy", que acampa en varias ciudades del país desde hace semanas, es un aglomerado de activistas y simpatizantes con reivindicaciones diversas.
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"Solo en la primera semana se acercaron Ralph Nader y Dennis Kucinich (un independiente y uno de los demócratas situados más a la izquierda)", dice Vosburgh, quien no tiene aún claro por quién votará en 2012.
Asegura que votó por Barack Obama en 2008 pero que le ha decepcionado por no plantarle cara a las grandes corporaciones del país y su poca consideración con los reclamos ecologistas.
Candidato de los internautas
Los terceros partidos, que raras veces sobrepasan el 1% de los sufragios, tienen esperanzas puestas en crecer en las próximas elecciones.Los más destacados, el Partido Verde, el Partido Libertario y el Partido de la Reforma, elegirán a su candidato en la primavera o verano del año que viene, pero ya hablan de ganar escaños en el Congreso.
"Tenemos mucho optimismo", le dijo a BBC Mundo Scott McLarty, portavoz del Partido Verde. "Queremos ganar varios escaños y cambiar el paisaje político en EE.UU. Hace falta que se oigan nuevas voces e ideas, distintas a las de los dos partidos titánicos".
Su partido ha sido señalado como el que más afinidades puede despertar en el movimiento "Occupy".
El Partido Libertario, por su parte, guarda esperanzas en que Ron Paul, que figura rezagado en la contienda por la candidatura republicana, acepte presentarse bajo sus siglas, algo que ya hizo en 1988.
Pero el hipotético tercer candidato podría surgir de internet. Americans Elect, una plataforma online sin ideologías promueve la elección de un "candidato del pueblo" por medio de un procedimiento alternativo, al margen de las primarias de los grandes partidos.
Aseguran que han recabado 1,6 millones de firmas para que el futuro candidato concurra en California y pretenden cumplir con el proceso para estar presentes en los 50 estados.
La organización ha recibido más de US$20 millones en donaciones y cuenta con apoyos notables como el del columnista de The New York Times Thomas Friedman.
Friedman escribió en el diario neoyorquino que Americans Elect podría tener un efecto en la política similar al que Amazon.com tuvo en el mundo de los libros, la blogosfera en el de los diarios, o el iPod en el de la música: "derribar las barreras a la competición real, arrasar con los que aspiran a la reelección y permitir la participación de la gente. Atentos".
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