5.11.11

En la Unesco, EE.UU. da un "revés a la democracia"


 

Deutsche Welle consultó al Consejo Alemán de Cultura sobre el riesgo que corre la Unesco de verse en aprietos económicos. EE.UU. dejó de hacer aportes a la organización cuando ésta admitió a Palestina en su seno.

 
 
La Unesco, esa institución adscrita a la Organización de las Naciones Unidas que se encarga de promover la paz y la seguridad mediante proyectos educacionales, científicos y culturales, deberá renunciar a una porción nada despreciable de sus recursos financieros tras haber admitido en su seno a Palestina. Estados Unidos, que aporta el 22 por ciento de su presupuesto, le retiró su apoyo económico con efecto inmediato. El pago correspondiente al mes de noviembre no se consumó: 42 millones de euros.

Deutsche Welle habló al respecto con Olaf Zimmermann, director ejecutivo del Consejo Alemán de Cultura (Deutscher Kulturrat), la federación que reúne a todas las asociaciones culturales en la tierra de Goethe. A sus ojos, la reacción de Estados Unidos es, ante todo, un revés a la democracia.

Deutsche Welle: Señor Zimmermann, Estados Unidos perdió en la votación que se hizo para aprobar o rechazar la admisión de Palestina en el seno de la Unesco. ¿Qué opinión tiene usted sobre la decisión de Estados Unidos de retirarle su apoyo económico a la institución?
 Olaf Zimmermann: Esa decisión es inquietante, independientemente de la posición que uno tenga de cara a la admisión de Palestina en el seno de la Unesco. El proceso para aprobar o rechazar esa admisión fue democrático y tuvo lugar respetando las directrices institucionales. La mayoría decidió aceptar a Palestina y no es aceptable que la minoría castigue a la entidad por eso.

Uno no puede defender la noción de democracia en todo el mundo y luego decir ‘eso no es lo que yo tenía en mente cuando hablaba de democracia’, cuando la democracia se practica y no estamos de acuerdo con sus resultados.

¿Qué consecuencias puede traer consigo el comportamiento de Estados Unidos?

En este momento, la Unesco está totalmente conmocionada por lo ocurrido. Los recursos que no fluyeron hacia sus arcas este mes dificultan el desarrollo de muchos proyectos en el futuro; algunos de ellos ya no se pueden continuar. Este es una señal que los Estados Unidos de Norteamérica no deberían de lanzar.

¿Se cuenta con la suspensión de otros aportes?

Otros Estados han seguido el ejemplo estadounidense. Los canadienses y los israelíes también han expresado su deseo de cancelar sus aportes. Yo estoy contento de que el Gobierno alemán haya dejado claro que no dejará de apoyar económicamente a la Unesco. También los alemanes votaron en contra de la admisión de Palestina; pero, a pesar de eso, ellos quieren seguir asumiendo la responsabilidad de financiar a la institución.

¿Qué efecto habría tenido un voto unánime europeo?

Ese es el verdadero problema. Y ese problema compete también a los alemanes. En esa votación se dejó una huella my negativa porque los miembros de la Unión Europea no ejercieron un voto conjunto. Siempre estamos hablando de que tenemos una política exterior comunitaria. En aquella ocasión hemos debido demostrar que eso es verdad. Un voto europeo conjunto le habría dado mayor respaldo a la Unesco.

¿Se sopesa la posibilidad de que los aportes cancelados sean asumidos por otros países?

Esa solución no es tan sencilla como parece. Los aportes económicos a las organizaciones internacionales son difíciles de introducir en los presupuestos de los Estados. Cada quien piensa en sí mismo primero y después en el resto del mundo. De ahí que la cancelación de un pago tan grande como el de Estados Unidos sea tan difícil de compensar.

¿Cuál es su opinión personal? ¿Cree que la Unesco haya hecho bien en admitir en su seno a los palestinos?

Las reglas de juego de la Unesco siempre fueron distintas de las de la Organización de las Naciones Unidas. La República Federal de Alemania fue admitida en el seno de la Unesco en 1951, con todo y que en ese momento todavía no éramos un Estado soberano; nosotros adquirimos nuestra soberanía apenas en 1955. Esa circunstancia no se puede comparar con la de Palestina, pero demuestra que la Unesco procuró tomar decisiones basándose en criterios distintos de los de la ONU.

Personalmente, yo creo que la admisión de Palestina abre oportunidades y que eso no es un problema que amerite el drama que estamos viendo ahora. Algunos de los bienes culturales que se encuentran en territorio palestino son muy importantes para nosotros en el Consejo Alemán de Cultura, como la Basílica de la Natividad, por ejemplo. Yo creo que poder colocar a ese templo bajo la protección de la Unesco es algo positivo.

Autora: Gudrun Stegen (erc)
Editor: Enrique López

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