2.11.11

Ilias Vretakkos: sin lucha, el capital nos llevará al siglo XIX

Félix Población.


Periodista y escritor

Hay una imagen suya que llamó la atención en su día y bien podría ser uno de los documentos gráficos más significativos de las adversas circunstancias que se están dando en Grecia. Un hombre de mediana edad sostiene en sus brazos a su hija, que lo abraza con el rostro desencajado por el miedo y las lágrimas. El escenario es la plaza Sintagma de Atenas, donde los manifestantes se habían reunido por enésima vez ante la pesadilla que la crisis de la deuda está suponiendo para aquel país, y acababan de sufrir una carga policial.

El hombre se llama Ilias Vrettakos y es vicepresidente de la Coordinadora de Sindicatos de Funcionarios de Grecia (ADEDY), la única confederación que representa a los trabajadores del sector público y a la que están afiliados 450.000 funcionarios, el 90 por ciento del total. Vrettakos había llevado aquel día a su hija Melina a la plaza para participar en la convocatoria de los indignados, tal como vienen haciendo su familia y miles de ciudadanos desde el pasado mes de junio.

«El Gobierno no quiso ni quiere que reaparezca el movimiento de los indignados —afirma el veterano sindicalista—, así que usó la violencia policial para echar a la primera docena de personas y abortar así la manifestación. Mi familia viene participando en todas las concentraciones. Quiero que mi hija sea una ciudadana activa, que luche por sus derechos, por la democracia, la justicia social, la paz y la igualdad. Cuando me preguntó por qué nos pegan, le dí una respuesta adecuada con su edad, intentando no crearle problemas y ayudándola a superar el terror que sentía».




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Manifestación contra los recortes sociales en Atenas (octubre, 2011). ©Odysseasgr.

¿Qué política necesita Grecia para enfrentarse a la crisis y conseguir así la recuperación económica?

No la que se está haciendo, desde luego, que nos está llevando a superar el 20 por ciento de desempleo y conduce al país a la pobreza y a la miseria. La UE debe detener la corriente neoliberal que nos somete a mercados y banqueros. En Grecia necesitamos una política que se base en la condonación de la mayor parte de la deuda, la socialización de los bancos, la reconstrucción productiva, la tributación de los poseedores de riqueza, la reducción del fraude fiscal, la modernización y una mayor eficiencia del sector público, que es el soporte de nuestros ingresos.

¿Ha tenido algún efecto económico la reducción de ingresos en la nómina de los funcionarios? ¿Qué opinan los ciudadanos en general respecto a esa reducción y la del número de empleados públicos?

En los dos últimos años el descenso de ingresos ha sido del 40 por ciento y eso ha tenido efectos negativos no solo para los trabajadores sino también en el mercado, y eso nos condujo a la recesión. Además, la congelación de las contrataciones y los numerosos despidos, que han sido más de los calculados, han hecho crecer el paro y el deterioro de los bienes y servicios públicos. Pero los grandes problemas sociales, así como la propaganda generada por el Gobierno y los medios en contra del sector público han dividido a la sociedad.

¿Cuál es grado de credibilidad que tienen los sindicatos griegos entre la ciudadanía ante las actuales circunstancias?

Los sindicatos se enfrentan a problemas por las crisis del país y las dudas que suscita el sistema político. Más allá de una debilidad subjetiva y las responsabilidades de liderazgo de los sindicatos, el sistema político y social ha comenzado una campaña de desprestigio del sindicalismo. En el pasado querían que los sindicatos se incorporasen al sistema; sin embargo, ahora no quieren que existan. A pesar de todos sus problemas y debilidades, los sindicatos son los únicos colectivos capaces de articular alguna reacción contra las políticas destructivas del Gobierno y la troika comunitaria.

¿Y los partidos de izquierda que son críticos con la política dominante? ¿Cuál está siendo su papel?

Están siendo fragmentados y divididos, aunque la influencia de los partidos gubernamentales se ha limitado significativamente. Según las encuestas, ninguno de ellos podrá formar gobierno solo. La izquierda está ganando influencia, pero especialmente los comunistas se niegan a cooperar y esto crea frustraciones. El acuerdo entre el Gobierno y la troika comunitaria destruye derechos democráticos, colectivos e individuales. El poder y las competencias del Parlamento se han restringido. Muchas disposiciones de la Constitución y las convenciones de Derecho Internacional se han eliminado.

¿Hasta qué punto se pueden resentir los derechos de los trabajadores en el futuro si no se atajan los excesos del modelo neoliberal?

Creo que la crisis de la deuda que se da en la mayoría de los países europeos será una excusa para recortar más y más los derechos de los trabajadores a favor del capital. Hoy en Grecia domina el modelo neoliberal más salvaje, que se puede trasladar a otras naciones europeas, en particular las del sur. El pacto por el euro se mueve en esa misma dirección. Sin la lucha de los trabajadores, los mercados nos pueden llevar de vuelta al siglo XIX.



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Manifestación en Atenas el 19 de octubre de 2011. ©Odysseasgr.

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